Tercera parte: El sufrimiento y la muerte para el enfermo y el profesional de la salud

 

Los aspectos psicológicos del duelo

El duelo es el proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una ausencia, una muerte o un abandono. Es diferente para cada persona y se pueden sufrir diferentes síntomas emocionales y físicos como: ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza, shock emocional, entre otras.

Existen 5 fases del duelo normal

Negación: La negación es un escalón inevitable que hay que atravesar y del que finalmente hay que salir para digerir la pérdida. Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. El impacto de la noticia es tan fuerte que dejamos de escuchar, de entender, de pensar. 

Enfado: Lo primero que debemos de hacer con la rabia es reconocerla y aceptarla para poder sacarla fuera.

Negociación: Es el momento en que fantaseamos con la idea de revertir la situación. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible. 

Miedo o depresión:

La persona siente tristeza, incertidumbre ante el futuro, vacío y un profundo dolor. La persona se siente agotada y cualquier tarea se vuelve complicada. 

Aceptación: Es el último paso del duelo. Nunca es fácil aceptar que lo que se perdió se perdió y no hay vuelta atrás. Tenemos la alternativa de no aceptar pero una vez llegados aquí nos damos cuenta de que si no lo hacemos el precio a pagar es muy alto. Llegar a este punto requiere de un gran trabajo. Se trata de aceptar que las piedras que vamos encontrando en la vida también forman parte del camino.

El duelo patológico

Es el proceso de adaptación a la nueva realidad que tenemos cuando sufrimos una pérdida emocional en nuestras vidas.

Hay factores de vulnerabilidad para que se presente el tipo de duelo patologico por ello es que hay que tomar en cuenta las circunstancias de la muerte, las necesidades y dependencias con el fallecido, el tipo de convivencia con el fallecido, si es que se llegan a tener pérdidas acumuladas, la familia y apoyo social y la situación económica.

Este tipo de duelo tiene las siguientes características:

• Duelo retrasado 
• Incapacitante durante días
• Negar la muerte
• Alucinaciones 
• Establecimiento de conductas anormales

El tratamiento consiste en:

1. Facilitar el que el paciente hable sobre el fallecido y las circunstancias de su muerte. 
2. Propiciar la expresión emocional del paciente.
3. Explicación al enfermo de que los síntomas que padece son reacciones normales y que desaparecerán con el paso del tiempo. 
4. Recomendar el acompañamiento de familiares y amigos.
5. Tratamiento farmacológico.

Duelo anticipatorio

Es todo ello que surge en el paciente o en la familia, desde la duda por la posible existencia de una enfermedad hasta la aceptación de La existencia de la misma y su respectivo tratamiento. Duelo Anticipatorio anticipa al duelo, no lo suplanta, sino que únicamente ayuda a aceptar con mayor facilidad la enfermedad y la pérdida inminente de la salud.

Es el tipo de duelo que hace referencia a un proceso que se da antes del acto conciso de la muerte (Sotomayor, 2017)

La posibilidad de anticipar la muerte de un ser querido puede restar impacto al hecho de la muerte en sí. Además, la esperanza se mantiene hasta que la muerte se produce o el cuerpo aparece.

El duelo anticipado ofrece al entorno de los dolientes la posibilidad de apoyarles durante el tiempo que dure la enfermedad o la desaparición, acompañando a la familia durante esos momentos previos a la muerte.

Los dos supuestos que propician el duelo anticipado tienen en común que, mientras la muerte no se produzca, se mantiene la esperanza de recuperación o de que la persona aparezca con vida. El hecho de que no haya certezas sobre la muerte lo permite. Por esta razón, resulta complicado elaborar completamente el proceso de duelo antes de que se produzca la muerte.

-Perspectiva personal-

Si bien se sabe que nada es seguro en este vida, lo unico seguro que vamos a tener es la muerte, es aquello que tratar estos temas nos ayudaran a comprender de mejor manera el duelo y las diferentes fases que este tiene, así como también poder diferenciar entre un duelo normal y uno patológico.